La economía psicológica, conductual o del comportamiento, nace por la insatisfacción de algunos economistas con la forma con la que se estaban abordando desde la economía, problemas referentes al comportamiento económico del hombre y con las explicaciones que la economía daba a estos comportamientos. La economía conductual está principalmente interesada en explicar porque los individuos muchas veces se comportan de manera distinta a la de un agente racional, alejándose de uno de los supuestos fundamentales de la economía clásica.
La economía conductual, principalmente se desarrolla en torno a tres cuestiones:
• La racionalidad limitada de los seres humanos.
• Una voluntad limitada.
• Intereses limitados.
El economista estadounidense y profesor de la Universidad de Chicago Richard H. Thaler, fue galardonado con el Nobel de Economía por su contribución a la comprensión de la psicología de la Economía, destacando su aportación a la economía conductual.
Thaler nació en East Orange (EEUU), se graduó en 1967 en la Universidad Case Western Reserve y se doctoró en la de Rochester en 1974. Antes de comenzar a trabajar en la Universidad de Chicago en 1995 enseñó en la de Rochester and Cornell, además de ser profesor visitante en la Universidad de British Columbia y diversas centros superiores de estudios en el país.
El galardón reconoce su trabajo por integrar la economía y la psicología, explorando "cómo las limitaciones en el raciocinio, las preferencias sociales y la falta de autocontrol afectan a las decisiones individuales y a las tendencias en el mercado".
El estadounidense ha sido un "pionero" en este ámbito, al contribuir de forma decisiva "a construir un puente entre los análisis psicológicos y económicos de los procesos de decisión individuales".
Para terminar, os dejo aquí una pequeña entrevista con Robin Hogarth, psicológo que estudia nuestro comportamiento económico. Me parece muy interesante esta forma de ver la economía ya que creo que las emociones son una parte fundamental a la hora de tomar decisiones aunque a veces no nos demos cuenta.